Reseña: Málakor (Málakor #1), de Zahara C. Ordóñez

 


 

Málakor ha sido criado en la infame isla de Ledaria, lo que implica pertenecer al Gremio de Asesinos y estar bajo las órdenes del cruel y despiadado Derian.

Al contrario que el resto de integrantes, Málakor detesta al gremio y todo lo que este implica, y disfraza de éxito las misiones que se le encomiendan con el fin de sobrevivir. Todo cambia cuando un día le ordenan un cometido que no le será tan fácil esquivar: acabar con la vida de la princesa Élinor de Ardacia, el más próspero de todos los reinos de Luara.

Allí conoce un mundo completamente nuevo, un lugar en el que podría olvidar una vida que odia y despedirse para siempre del gremio. Aunque deslumbrado por el brillo de un sueño, es consciente de que su único lugar en el mundo es Ledaria y de que ha de cumplir con su misión si no quiere acabar muerto.

Sin embargo, cuando llega a los aposentos de la princesa, descubre algo que no espera. La decisión que tomará en ese momento cambiará su destino para siempre.

 

Málakor es un joven que se creció dentro del Gremio de Asesinos, a pesar de que él estaba en contra de todo lo que le enseñaron. Un día recibe una misión de vida o muerte. Sin embargo, su decisión final sacará a la luz traiciones y planes que sacudirán toda Luara.

—Creía que Ledaria era un pozo. Me quedaba corto: Ledaria es un abismo. Una profundidad abisal llena de odio y prejuicios.

 

    Málakor es el primer libro de una saga de fantasía épica ambientada en un continente propio llamado Luara. Está escrito en primera persona en pasado, a través del punto de vista de Málakor, con capítulos largos con un epílogo. Sin embargo, a pesar de lo largos que son, la pluma de la autora ha conseguido que parezcan ligeros mientras los lees.


    Zahara ha creado un universo lleno de vida y de leyendas que han dado a lugar a luchas épicas e intrigas palaciegas, por lo que la historia es rica en tramas y subtramas, todas ellas bien hiladas y dignas de cualquier bardo. Las reflexiones y las críticas hacia el comportamiento humano por la lucha de poderes y por la supervivencia son piezas fundamentales de la historia. Además, la ambientación está bien creada y con mucho detalle para que puedas meterte de cabeza en Luara y sus reinos.

—No sé qué clase de lumbreras se le ocurrió pensar que sería posible controlar la magia —farfullé. Que yo sepa es algo poderoso e imprevisible. Y lo peor de todo es que quienes la practican son personas y ya sabéis la predisposión que tenemos para acabar destruyendo o malogrando casi todo lo que tocamos.

 

    En cuanto a los personajes, tanto los personajes principales como los secundarios son carismáticos, con personalidades distintas y están bien definidos. Las dinámicas entre ellos en ocasiones son divertidas, tensas o inspiradoras. De entre ellas, la que más me gusta es la de Málakor y Háchpirey, un bardo extrovertido, ya que cada uno es lo opuesto del otro y, sin embargo, se complementan a la perfección: mientras uno es direto y dice las cosas sin tapujos, el otro es más diplomático y tiene don de gentes. Son personajes perfectamente imperfectos, capaces de enamorar a todas las personas que lean este libro.

—Cultivar el sarcasmo... —murmuré—. Ni que fuera una patata.


    En resume, Málakor es la historia de un joven que se ve envuelto en una lucha de poderes de la que nunca quiso ser partícipe. La vida de Luara está a punto de cambiar.

 

 

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1 comentario:

  1. Muchas gracias, Cris ❤
    Me ha encantado leerte y la forma en la que transmites los puntos de la novela. Las frases escogidas son geniales ❤

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