Reseña: La Sombra Aullante, de Mario Ramírez

 


 

Desde la caída del antiguo Imperio los magos han gobernado Ancuria. Su autoridad es ley; su poder, absoluto, y su legitimidad incuestionable. Sin embargo, su tiempo se agota, pues hace más de cincuenta años del nacimiento del último de los suyos.

Mientras la sociedad se desmorona, un joven ladrón y su inseparable socio huyen de la justicia y se adentran en las despobladas tierras del norte, ajenos a lo que les depara el destino y a la tormenta que está a punto de desatarse a su alrededor.

Pronto descubrirán que las buenas intenciones no son garantía de un feliz desenlace, que a veces hay que decir que no, y que la culpabilidad es un persistente azote del que nadie huye por mucho tiempo.

Pero mientras tanto, hay que sobrevivir...

 

Cuando la avaricia y la soberbia de los magos ha destruido todo cuanto tocan, ¿qué pueden hacer la gente común? Mordaunt, que desde muy joven ha aprendido a sobrevivir como puede, y su socio viajan sin un destino fijo. Pero con un encuentro con un grupo de mercenarios cambia sus planes. Toda acción tiene sus consecuecias y toda decisión tiene un precio que no siempre estamos dispuestos a pagar.

—Es curioso cómo el populacho gravita siempre hacia el poder —comentó Zamrazanie, sentado a mi lado—. Mil años y la historia no cambia. El imperio de Arlia, las breves pero gloriosas repúblicas mercantes, luego los magos y, ahora que su tiempo y su poder se agotan, el descarriado pueblo regresa a los brazos del misticismo.

    La Sombra Aullante es una novela de fantasía adulta, ganadora del I Certamen de Fantasía de Munyx Editorial. Está escrita en primera persona en pasado a excepción de unos pocos capítulos en tercera persona en pasado. Estos capítulos se intercalan con la trama principal para presentar mejor el pasado del protagonista, Mordaunt. El ritmo de la historia se ha hecho lento, sobre todo con la continua expansión del mundo que el autor ha creado y que no hubiera tanta acción como me experaba en la primera mitad del libro. Sin embargo, el ritmo se va acelerando hasta llegar a un final abierto que deja muchas incógnitas.

—Entonces, ¿qué? ¿Por qué lo haces? ¿Quieres dártelas de héroes? —dijo ella, incorporándose y volviéndose hacia mí. [...]

—Alguien tiene que hacerlo. La guerra y el caos no son buenos para los negocios.


    Por lo que respecta a los personajes, en esta historia hay personajes muy peculiares, como Zamrazanie, el socio misterioso y eterno acompañante de Mordaunt, o el joven Dorel. Sin embargo, tengo sentimientos encontrados con Mordaunt, tanto por algunas decisiones que toma como por algunas acciones que hace a lo largo del libro. Eso sí, la dinámica entre Mordaunt y Zamrazanie me ha gustado, ya que este es el culpable de la gran mayoría de problemas en los que se ven envueltos, y el primero tiene que ingeniárselas para salir vivo.

—Son fascinantes los límites de tu decencia, ¿sabes?
—¿Qué? —pregunté sobresaltado, pues no le había prestado demasiada atención, aún navegando en mi mar de remordimientos. 

—Los límites de tu decencia. Tu brújula moral, si prefieres un término más poético. Nunca te ha importado robar y estás empeñado en seguir una carrera que, entre otras cosas, implica matar por dinero, cosa que tampoco sería la primera vez que haces, pero en cuanto te lo pido yo, ya pones mala cara.


     El autor, Mario, tiene una prosa muy detallada que ayuda a la descripción de los lugares donde se desarrolla la historia. En este mundo, conocemos unos magos con unas características particulares, objetos mágicos y criaturas que no habitan el plano mortal. Todo desde el punto de vista del protagonista, pues es el quien nos introduce a este mundo.

 

    En resumen, La sombra aullante es una historia llena de aventuras en un mundo donde cada acción tiene su consecuencia y la magia está en decadencia. ¿A quién le tocará el trabajo más duro: ser el héroe?


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